"El drama que tenemos en la familia es que no lo vimos venir. Nadie pudo detectar esto". Florian Pélicot (38 años) se gira desde el atril del tribunal y mira a su padre, encerrado en una sala blindada. "¿Por qué has hecho esto? ¿Por qué has vendido a nuestra madre a otros hombres? Nos dijiste siempre que nuestra madre era una santa pero tú eres el diablo. ¿Esa es la idea que tú tienes del amor? ¿Eso es lo que querías inculcarnos?". El hombre en la sala, su padre, es Dominique Pélicot, acusado de haber drogado a su mujer, Gisèle Pélicot, durante 10 años para que otros 50 hombres la violaran.
El juicio comenzó el pasado mes de septiembre pero los hijos del matrimonio aún no habían declarado ante el tribunal. La audiencia ha sido emotiva, tensa. Los dos han contado cómo han vivido este "drama familiar". "Hace cuatro años que he perdido a mi padre, que sus nietos han perdido a su abuelo. ¿Cómo se puede reconstruir un hijo? ¿Cuál es el manual de instrucciones?", se ha preguntado Florian Pélicot, que se ha dirigido a su padre: "Nosotros no somos como tú".
Es el pequeño de los tres hermanos. El mayor, David, ha declarado también este lunes. Es, de los dos, el que tenía una relación más estrecha con su padre. "Tengo el sentimiento de que toda mi infancia ha desaparecido", ha explicado este hombre, de 50 años, que ha contado cómo destruyeron todos los álbumes familiares cuando se enteraron de lo que había hecho su padre para "borrarlo, hacerlo desaparecer".
"Siempre he sabido que no tenía el mismo vínculo con mi padre que mi hermano, no me parezco nada a él. Me gustaría hacerme un test (de paternidad). Mi madre me ha dicho siempre que si tenía dudas que me lo hiciera", ha dicho Florian Pélicot. Se refiere a las dudas que tuvo su padre sobre el hecho de que fuera su hijo.
Él se ha referido al principal acusado como "mi padre", mientras que su hermano se refería a él como "el señor que está en la sala blindada". "Me gustaría saber si yo he podido condicionarte (las dudas sobre su paternidad) a todo lo que has hecho, a hacer ese casting y elegir la creme de la creme" entre esos hombres, ha dicho Florian P. en referencia a los 50 acusados.
Ambos ha relatado cómo su madre vivió el shock cuando se enteró de lo que su marido le había hecho. "Se paseaba varias horas sola con el perro y cuando le preguntaba qué hacía ella me decía: 'hablo con él, le pregunto por qué me ha hecho esto'. Yo creo que paseaba sola para poder gritar, sin que nadie la oyera", ha dicho David Pélicot. Su hermano, Florian, se ha dirigido a su padre y le ha dicho: "En estos años, y nunca he querido ocupar tu lugar, me he tenido que convertir en el cabeza de la familia".
Hoy se ha expresado brevemente la hija del matrimonio, Caroline, que sostiene que ella también fue violada, como su madre. Pélicot lo niega a pesar de que se encontraron en su ordenador tres fotos de ella, tumbada sobre una cama, semidesnuda y dormida. Pélicot niega haber abusado de ella ni de los nietos. "Soy tu hija pero no me has considerado como tu hija, y es en ese momento en el que tienes una mirada incestuosa sobre mí", le ha increpado.
Sentencia, en diciembre
El juicio, cuya sentencia se conocerá a mediados de diciembre, llega a su fase final, tras tres meses. Han pasado por el atril 50 acusados. Hoy han vuelto a comparecer todos ante el tribunal (hasta ahora solo lo hacían los que tenían que declarar, normalmente convocados en grupos de cinco o seis por semana). Los hijos de Gisèle Pélicot eran los único que aún no habían dado su testimonio. Sí hizo al principio su hermana, Caroline.
Hoy han declarado tres de los cuatro últimos acusados que quedaban por hacerlo del total de los 51. Lo han hecho Joseph C. el único acusado de agresión sexual, y no de violación, pues no se pudo probar en los vídeos que hubiera penetrado a la víctima. El otro ha sido Nicolas F., periodista local, que además está acusado también de otro delito: detención de imágenes pedófilas.
De los 50, hay 35 que niegan la intención, aunque reconocen la materialidad de los actos. Dominique Pélicot los encontraba en la web de encuentros libertinos Coco.fr (ya clausurada), donde les daba cita en su casa de Mazan, a unos kilómetros de Aviñón. Ocurrió entre 2011 y 2020. Grababa los actos sexuales. Gracias a esas pruebas, los vídeos y fotos que él hizo, que se puede juzgar a estos hombres. "Agradezco a los investigadores, sin ellos mi madre no estaría hoy aquí", ha dicho David Pélicot.
Dominique Pélicot fue detenido en 2020 por grabar a mujeres bajo la falda en un supermercado y cuando se le detuvo por ello, la policía encontró en su teléfono (y en su ordenador en el registro posterior de su casa) los vídeos de los actos. Estaban clasificados, con el nombre o el pseudónimo de estos hombres. Se estima que hay al menos una veintena que no han podido ser identificados.
Los acusados declaran haber sido manipulados. Hay entre tres y cuatro (las declaraciones son a veces ambiguas) que dicen haber sido drogados por él y que por eso cometieron los actos sexuales. Hay cuatro que tienen el agravante de que fueron hasta en seis ocasiones a la casa de Mazan, a violar a Gisèle Pélicot inconsciente. Hay tres que tenían entre 22 y 23 años cuando cometieron los hechos (ella tenía 62).
Sólo hay uno al que un psiquiatra, en el examen médico que se le hizo, sí detecta un tipo de psicosis que le impide el discernimiento. Del resto, los psiquiatras y psicólogos que los han examinado y han declarado no ven trastornos mentales que les impidieran discernir la realidad en el momento de los actos. Hay un puñado que han sido ya condenados por violencia conyugal y casi una decena que declara haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Hay al menos tres que intentaron repetir el modelo de Pélicot: drogar a mujeres de su entorno para que las violaran otros.
A todos esos hombres a los que su madre lleva mirando a la cara durante tres meses, mientras ellos niegan, a pesar de los vídeos, los actos que cometieron, se han dirigido los dos hijos de Gisèle Pélicot: "Este es un juicio para que cada uno asuma su responsabilidad. Cuando escucho que mi madre era alcohólica, cómplice... Todos esos hombres que están detrás de mí, han olvidado lo que supone este proceso. No estamos aquí para bromear, sino para asumir responsabilidades. Cuando esta mañana he escuchado a uno decir que no quería violarla... Me gustaría que cada uno aportara un poco para que se pueda abrir un poco de luz".
David Pélicot ha añadido: "Me gustaría decir a todas las mujeres que son víctimas, que son madres, que tienen hijas que se convertirán en madres, que hablen, que se hable de esto. La omertá se ha acabado".
Gisèle Pélicot ha asistido a las audiencias, día tras día, se han visionado los vídeos de sus violaciones, a petición suya, y abierto al público "para que la vergüenza cambie de bando".